jueves, 18 de septiembre de 2014

¡KNOCK OUT! SEÑOR URIBE

Tomado de Semana.com

Después de estar envueltos en tanta mierda política en nuestro país nunca me vi tan interesada en un debate político como ayer. Y es que no trataba de tramas para robar al país, o hacer leyes que beneficiasen a unos pocos y mucho menos era ver dormidos a senadores y congresistas ganando sueldos de lujo. Este era el duelo de los pesos pesados de la ´para‘ política, o perdón quise decir de nuestros honorablísimos senadores Iván Cepada y Álvaro Uribe Vélez -que no tuvo nada que envidiarle a las Súper Luchas de Boxeo de Mayweather contra Maidana el pasado sábado-.

Y es que si esta era la pelea de boxeo más esperada del año, la del Capitolio también lo fue. Con mano firme y corazón grande el expresidente, y ahora senador, Uribe dejó la silla vacía de millones de colombianos que comandados por Cepeda, senador del Polo Democrático, pidieron una explicación sobre los presuntos nexos del líder del Centro Democrático con el paramilitarismo y el narcotráfico.

A diferencia del boxeo (que puede llegar máximo a 36 minutos), el debate duro más de diez horas en donde golpe a golpe se acusó al expresidente de haber tenido relaciones con el paramilitarismos y narcotráfico, primero como Gobernador de Antioquia y luego como presidente de la república.  

El primer round llegó como un golpe seco a la cara del exmandatario. El legislador del Polo habló de las licencias que la Aeronáutica Civil le otorgó a narcotraficantes durante el gobierno de Uribe, que según el artículo 1783 del código de Comercio en donde “todas las actividades de aeronáutica civil, las cuales quedan sometidas a la inspección, vigilancia y reglamentación del Gobierno”.

Y así como si no hubiera podido recuperarse, en el segundo asalto sacó los trapitos al sol sobre los contactos con el exparamilitar Salvatore Mancuso, uno de los creadores de las Autodefensas Unidas y responsable de más de cien crímenes entre masacres, homicidios y narcotráfico, y quien actualmente se encuentra preso en una cárcel de Virgina, Estados Unidos. Del apoyo financiero de Enilse López, alias ´La Gata´, y por si fuera poco de las siete investigaciones que tiene en la Fiscalía y las 84 denuncias de la Comisión de Acusación, que como raro quedaron en veremos.

Alvarito –como lo llamamos de cariño- parecía no recuperarse, pero el knock out definitivamente se dio cuando Ivancito salió con las perlas que tanto amamos en nuestra política colombiana afirmó que el senador del Centro Democrático estuvo vinculado con la junta directiva de una empresa perteneciente a Luis Carlos Molina, condenado por el magnicidio del entonces director del periódico El Espectador, Guillermo Cano.  

Así como lo afirma El Tiempo, y como un vago intento por no caerse al último minuto de la pelea, Uribe replicó “Yo no fui amigo de Luis Carlos Molina ni hice negocios con él (…) Hay que dejar las suspicacias sobre una eventual participación mía en el asesinato de Guillermo Cano. Llamemos las cosas por su nombre; tienen que respetar; yo he sido un hombre frentero y de combate”, gritó, “no empiecen las investigaciones a medias”.

¿Respeto? Señor Uribe ¿se osa usted de hablar de respeto cuando dejó un debate a medias sin responder a ninguna de las acusaciones que no sólo Cepeda, sino que varios colombianos le han impugnado y que gracias a sus influencias se han quedado a medias? Respeto deberíamos pedir nosotros los ciudadanos cansados de una politiquería llena de corrupción e injusticia. En donde con la excusa de tener la mano firme se han cometido un sin número de atropellos contra una sociedad invisible para sus gobernantes.

Así como el knock out que recibió Uribe ayer en el debate que dejó atónita a la opinión pública, en el país lo reciben diariamente las miles de personas que por culpa de ratas de cuello blanco como Alvarito lloran crímenes del narcotráfico y paramilitarismo en medio de un supuesto proceso de paz. Ya entiendo por qué en Estados Unidos el boxeo es el deporte mejor pagado y Floyd Mayweather el boxeador más rico del mundo. Porque así cómo en nuestro país, mientras muchos no tienen con qué comer estas ratas de alcantarillas, que deberían estar en la cárcel y no en las páginas de sociales de las revistas, se vuelven ricos a punta de delitos y corrupción.


Lo más triste del asunto es que hoy seguramente una noticia más importante servirá como cortina de humo de este hecho y el Centro Democrático y su líder seguirán siendo ´El Gran Colombiano´. 

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